Por otra parte, las autoridades británicas advirtieron que vientos con rachas de hasta 112 kilómetros por hora y olas “gigantes” provocarían ayer inundaciones en algunas zonas costeras del Reino Unido al continuar el fuerte temporal que azota el país desde hace unos días.
En Ottawa, a primeras horas de ayer la temperatura pasó en poco más de 30 minutos de 4 grados centígrados a -2 grados. La formación de hielo provocó la cancelación y retraso de numerosos vuelos que tenían previsto partir del aeropuerto internacional de la capital canadiense.
Los meteorólogos advierten de que la situación empeoraría conforme avanzara el día. En la noche se esperaba que los termómetros se situaran en -23 grados Celsius aunque el efecto térmico por el viento se sentirá como -33 grados.

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